martes, 15 de octubre de 2013

Comparación de herramientas TAO o CAT: software de traducción asistida

¿Eres traductor novel y no sabes por qué herramienta de traducción asistida decidirte? ¿Llevas tiempo trabajando con una herramienta TAO, pero estás hasta el gorro y deseas pasarte a otra? Con esta comparación de los cuatro principales programas de traducción asistida podrás elegir la herramienta que mejor se adapte a tus necesidades antes de invertir.
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SDL Trados Studio
Precio: desde 850 €, licencia permanente
Sistema operativo: Windows

Pros:

  • La más usada por traductores y la más exigida por agencias de traducción. Sin Trados Studio, olvídate de muchos posibles proyectos.
  • Extremadamente potente, cientos de funciones y posibilidades para distintos tipos de usuario (traductor, revisor, agencia).
  • Gestor de bases de datos terminológicas Multiterm perfectamente integrado.
Contras:

  • No es, ni mucho menos, la herramienta más intuitiva. Hay que hacer casi un máster para dominar su uso. SDL imparte cursos de formación y de certificación, cómo no, de pago (unos 100 €).
  • Algunos aspectos del proceso de traducción son capaces de poner de los nervios al traductor más tranquilo.
  • Instalación lenta y tediosa, lo que es un problema si tienes que reinstalar el programa por algún motivo. También tarda una eternidad en arrancar.
  • No es poco habitual que se cuelgue, se cierre o dé problemas (el último, hace unas semanas, una incompatibilidad con el antivirus Avast que nos dejó a muchos traductores colgados sin poder trabajar durante varias horas).
  • Aunque pagas por una licencia permanente, salen nuevas versiones con bastante frecuencia (cada dos o tres años) a las que hay que pasarse (pagando por la licencia, por supuesto) si se quiere seguir disponiendo de servicio técnico.
Veredicto:
Solo apta para aquellos que estén dispuestos a pasarse una vida entera familiarizándose con los cientos de funciones tanto básicas como complejas. Por desgracia, es casi imprescindible en algunos sectores de la traducción. Os pongo un ejemplo: el 90 % de las veces que me han exigido una herramienta TAO para un proyecto determinado, ha sido Trados. Lo odiarás, pero no puedes vivir sin él.


Wordfast Pro
Precio: 400 €, licencia de 3 años
Sistema operativo: Windows, Mac y Linux

Pros:

  • Sencilla y básica. Perfecta para el que está empezando en el uso de herramientas TAO y no necesita nada más que un buen gestor de memorias de traducción.
  • Extremadamente intuitiva y fácil de usar.
  • Es de las pocas herramientas TAO compatibles con Mac y Linux. Prácticamente, la única opción profesional si no trabajas con Windows.
Contras:

  • Demasiado básica. Sus escasas funciones quedan en pañales con respecto a las demás herramientas TAO.
  • Aunque siempre ha sido la segunda herramienta TAO en importancia y uso, se está pasando de moda a gran velocidad. Cada vez menos agencias utilizan Wordfast como herramienta de referencia.
Veredicto:
Es tan intuitiva y tan fácil de usar que es estupenda para quienes no quieran complicarse la vida. Sin embargo, aunque es la herramienta más asequible, no es superior a ninguna de sus rivales en ningún aspecto: si buscas una herramienta de fácil uso pero completa, elige memoQ; si, por el contrario, deseas una que te abra las puertas de proyectos aunque sea más compleja, la mejor es Trados. No obstante, puede ser buena opción para traductores noveles o estudiantes que no necesiten potentes herramientas TAO y que anden justos de presupuesto. A calidad-precio no le gana nadie.


memoQ
Precio: 620 €, licencia permanente
Sistema operativo: Windows

Pros:

  • La herramienta «hipster» por excelencia: a pesar de no ser la más utilizada, cuenta con una legión de adeptos que crece a pasos agigantados. ¿La abandonarán cuando se vuelva «mainstream»?
  • Muy intuitivo, fácil de usar y rápido.
  • Instalación rápida y sencilla.
  • Bastantes funciones y posibilidades para el traductor: desde traducciones rápidas y básicas hasta opciones más complejas.
  • Excelente servicio de ayuda al usuario.
Contras:

  • Gestión terminológica bastante básica. No es la herramienta ideal para aquellos que deseen trabajar con bases terminológicas integradas.

Veredicto:
No hay quien gane a memoQ en facilidad de uso. Además, su creciente popularidad hace que cada vez más agencias la utilicen como herramienta TAO de referencia. En la opinión de muchos, es el programa de traducción asistida del futuro. ¿Será capaz de desbancar a Trados? No lo creo. Pero da gusto trabajar con memoQ si se tiene libertad de usar la herramienta TAO que se desee.


Omega T
Precio: totalmente gratuito
Sistema operativo: Windows, Mac y Linux

Pros:

  • Que es gratis. Aunque solo sea para probarlo.
  • Sencillo, rápido e intuitivo. Cuenta con todas las funciones básicas que puede necesitar un traductor principiante en su día a día.
  • Extremadamente fiable: ni se cuelga, ni se cierra, ni da problemas.
  • Compatible con Mac y Linux.

Contras:

  • Para ser gratuita está muy bien, pero sus funciones son claramente inferiores a las de otras herramientas TAO de pago.
  • Faltan muchas funciones casi imprescindibles para cualquier traductor acostumbrado a otras herramientas TAO. Es una buena herramienta para los que empiezan a familiarizarse con herramientas TAO, pero se queda corto para aquellos que dependan de ellas para ganarse la vida.
Veredicto:
Es una buena forma de familiarizarse con el trabajo con herramientas TAO y aprender a usarlas. También es una buena opción para aquellos traductores que se dediquen a ámbitos en los que no es necesario el uso de herramientas de traducción asistida y necesiten salir de un apuro de vez en cuando. No obstante, si se va a hacer uso habitual de memorias de traducción o si se va a traducir con archivos con formatos especiales, lo más recomendable es invertir en una herramienta de pago.

martes, 1 de octubre de 2013

Cinco pasos para conseguir nuevos clientes de traducción

Tras una pequeña encuesta de opinión entre mis seguidores en Twitter, en la que proponía varias opciones para mi próxima entrada, esta ha sido, casi por unanimidad, la opción ganadora. Y es que, ¿a quién no le interesa conocer algunos trucos y consejos para tener más éxito como traductor? En esta entrada he reunido algunos consejos básicos sobre cómo convencer a un cliente, ya sea agencia o cliente directo, de que contrate nuestros servicios de traducción. Siempre desde mi propia experiencia tanto de traductora como de intermediario.

1. Saber qué busca el cliente de traducción

Para empezar, nunca está de más plantearse qué es lo que busca un cliente de servicios de traducción. En este caso, lo enfocaremos tanto en clientes directos habituados a contratar servicios de traducción como en intermediarios, es decir, las agencias de traducción, pero solo en aquellas agencias de traducción para las que nos interesa trabajar. Eso significa que descartaremos a esas agencias cuyo criterio principal es el precio, no la calidad (sois libres de trabajar para las agencias que vosotros queráis, pero ateneos a las consecuencias si elegís los clientes que no os convienen). Tampoco vamos a centrarnos en clientes directos que desconozcan el mundo de la traducción, más que nada porque ni ellos saben lo que están buscando. Ante todo, un buen cliente de traducción busca traductores que le aporten confianza para sus proyectos y mucha profesionalidad. A eso ayuda un buen CV y una buena carta de presentación, un dominio propio, perfiles profesionales completos en redes de traductores y unas tarifas acordes con la profesionalidad que se quiere trasmitir (sí, eso significa que una tarifa baja no solo no ayuda, sino que incluso perjudica: a nadie le inspira confianza un traductor con veinte años de experiencia que cobra cuatro o cinco céntimos por palabra en traducciones técnicas). Ahora bien, ¿cómo conseguir que nuestra solicitud de colaboración llame la atención entre los cientos de ofertas de traductores en nuestra misma combinación lingüística?

2. Redactar un buen currículum y una impecable carta de presentación

Cuando cuentas con un montón de años de experiencia y has trabajado en cientos de proyectos, lo tienes todo a tu favor y prácticamente no necesitas grandes esfuerzos para poder conseguir nuevos clientes, ya que tu propia experiencia es tu mayor valor. En estos casos, la mayor preocupación de los traductores suele ser buscar clientes que acepten pagar mayores tarifas. Pero no es eso lo que vamos a tratar aquí. El verdadero problema lo tienen los que están empezando, que se encuentran con el círculo vicioso de la falta de clientes por falta de experiencia y la falta de experiencia por falta de clientes. En este caso, hay que echar toda la carne en el asador e intentar llamar la atención de cliente por algo más que por nuestra escasa experiencia.  Y, para ello, nuestra solicitud de colaboración debe ser impecable.

El currículum vítae y la carta de presentación son lo primero en lo que se va a fijar el cliente. De hecho, lo primero de verdad es la carta de presentación, normalmente en forma de correo electrónico con el que nos pondremos en contacto con la agencia con la que deseamos colaborar. Si tu carta de presentación no llama la atención, el cliente ni se dignará en abrir tu currículum. En esta entrada puedes encontrar algunos consejos sobre cómo redactar una carta de presentación efectiva. Si tu carta de presentación muestra que eres el perfil que el cliente está buscando, entonces abrirán tu currículum vítae. Y es ahí cuando puedes captarlos o perderlos para siempre. Si al abrir tu currículum se encuentran con un documento que llame la atención, ya solo por eso vas a tener más puntos que aquellos que envíen un currículum de texto sin formato. Utiliza tu logotipo, tus colores de marca (¿todavía no tienes?), selecciona y organiza la información de forma que todo quede claro en un primer vistazo. Da una imagen profesional pero a la vez dinámica y moderna. En esta entrada doy más detalles acerca de cómo diseñar un currículum efectivo.

3. Adaptar tu solicitud

Ahora bien, no todo está ganado tras haber redactado estos dos documentos. Un paso muy importante para ofrecer tus servicios de traducción a un determinado cliente o proyecto es adaptar tu solicitud. Esto significa que, dependiendo de el tipo de proyecto de traducción que quieras solicitar o el tipo de cliente al que vayas a enviar tu oferta de colaboración, tendrás que enviar una carta de presentación y un currículum vítae distintos. La carta de presentación es mucho más fácil de adaptar al momento, pero este no es el caso de CV. Por ello, lo más recomendable es disponer de varios currículos para tus distintos campos de especialidad, además de uno general para casos en los que no se solicite un proyecto en concreto. Con un currículum especializado en un único campo darás la impresión al cliente de que te dedicas a tiempo completo a esa única especialidad y que cuentas con amplios conocimientos y experiencia en ese ámbito. Ahora bien, esto puede tener sus pros y sus contras, ya que enviando un currículum muy especializado estás descartando automáticamente proyectos en otras especialidades que os puedan llegar del mismo cliente. En mi caso, recuerdo haber mandado mi solicitud de colaboración para un proyecto de traducción en el ámbito deportivo y, gracias a que envié mi currículum completo, el cliente comprobó que mi especialidad principal era la traducción de marketing y me asignó un proyecto incluso mejor en el ámbito publicitario. Por ello, si decidís enviar un currículum de una única especialidad, que sea para clientes que sepáis que no van a tener necesidades de traducción en otra especialidad (por ejemplo, una agencia que solo se dedique a las traducciones técnicas, un despacho de abogados, un estudio de doblaje, una editorial de arte o una revista de medicina).

4. Mostrar tu valor añadido

Todo esto puede servirnos para que, en un proceso de selección, nuestra solicitud no pase automáticamente a la papelera de reciclaje, pero, ¿qué es lo que hace que, finalmente, un cliente se decante por nosotros y no por otro? ¿Qué es lo que lleva a que nos elijan a nosotros frente a alguien con más años de experiencia? Pues bien, es posible que los demás no tengan algo que nosotros sí tenemos (o que, simplemente, ellos también lo tengan pero no lo digan): es lo que se llama el valor añadido. ¿Qué te hace a ti especial con respecto a los demás? Vale, puede que no tengas muchísima experiencia en la traducción, pero si practicas el golf a nivel semiprofesional, ¿hay alguien mejor que tú para una traducción sobre golf? Si has trabajado de programador durante dos años, ¿no deberías tener ventaja en las traducciones de informática? Además, seguro que tienes muchas otras capacidades en las que debes hacer énfasis. ¿Entregas siempre tus traducciones a tiempo? ¿Estás orgulloso de mantener una magnífica comunicación con los clientes? ¿Todo el mundo alaba la naturalidad de tu estilo? ¿Conoces a la perfección la jerga de un determinado ámbito? Pues, entonces, ¡dilo! Garantiza a tu cliente que, en esos aspectos, no va a haber nadie mejor que tú. Y ya, si tienes la suerte de contar con experiencia en una especialidad determinada, no te cortes y presume de ella: clientes para los que has trabajado, proyectos concretos a los que te hayas dedicado, tipos de documentos en los que tienes experiencia. Todo esto ayudará a que el cliente se decante por ti: puede que no seas el mejor traductor del mundo (aunque si lo eres, tampoco viene nada mal), pero no hace falta con tal de que seas el que mejor sabe promocionarse.

5. Trabajo... y paciencia

Pero, recuerda: si en un principio todos tus esfuerzos no dan resultado, no te vengas abajo ni pienses que lo estás haciendo todo mal o que, simplemente, no vales. Para que los esfuerzos den sus frutos hay que esperar mucho y tener mucha paciencia, porque nada en este mundo es instantáneo. No te deprimas porque veas (o te hagan creer) que a todo el mundo le va mejor que a ti, porque es muy probable que no sea cierto. Todo esfuerzo acaba dando resultado, así que recuerda: con trabajo y paciencia, todo se consigue.